Introducción.
La invención es solamente el descubrimiento de una realidad que estaba oculta, que en el momento en que una persona emprendedora encuentra la forma de ayudar a sus semejantes mediante la aplicación de su intelecto, la fuerza de la paciencia y la virtud de la humildad para reconocer sus errores y seguir investigando, la hace pública para su disfrute universal.
El resultado del descubrimiento de la electrónica provocó como efecto colateral la invención de la computadora, que fué utilizada como “cerebro” primeramente conceptualizado por Von Neumann y luego aplicado de forma brillante por Alan Turing. Concepto que ha seguido evolucionando bajo los mismos conceptos de unos y ceros para resolver operaciones matemáticas imposibles de realizar por un humano, hasta hoy.
La transformación hacia un mundo digital, está rompiendo paradigmas clásicos en la economía, el ámbito jurídico y más recientemente en nuestra forma de trabajar a través de la robótica “inteligente” y versátil, lo que ha capturado la atención de propios y extraños a este fenómeno que empezó desde la creación del circuito integrado en 1949 por Kilby pero que fué Shockley que con la invención del transistor revolucionó la electrónica, tanto así que Moore predijo la relación de capacidad de procesamiento inversamente proporcional al coste antes de que muchos tan siquiera lo pensaran, y que el tiempo se ha encargado de darle la razón. A través del siguiente ensayo los lectores podrán dar un corto paseo por el rompimiento de algunos paradigmas y la creación de una utopía laboral que sin desprestigiar a Moro por su concepto, es necesario pensar diferente para poder lograr resultados diferentes tal y como lo dijo el físico matemático de apellido Einstain, quien nos encantó con su teoría de la relatividad hace algunas décadas y que ahora Higgins nos abre las puertas a una “segunda” versión con su Bosón comprobado por el CERN.
La robótica y su transformación laboral.
Existe un concepto en economía que nos habla del coste marginal. En términos matemáticos es la derivada de la cantidad de trabajo necesaria para producir una cantidad determinada de bienes, por lo que si la línea tangente al resultado de esta ecuación tiende hacia arriba quiere decir que cada vez nos cuesta más trabajo producir más bienes y por lo tanto su precio debe ser mayor, lo que nos hace llegar a la frontera de posibilidades de producción limitada por estas tres variables y que por lo tanto el encontrar el punto donde la empresa tiene la inversión de trabajo óptima, al precio adecuado, este punto sería en donde se produce la máxima cantidad de bienes con el menor trabajo posible (límite que puede desplazarse al variar las condiciones). La tecnología de los robots en la actualidad no es asequible para todas las empresas, sin embargo bajo el entendido que eso irá cambiando con el tiempo y por lo tanto los robots sean más baratos estos en algún momento representaran una inversión inicial más un costo de consumo de energía más un costo de mantenimiento que sin duda el resultado tenderá a cero y por lo tanto la lógica nos dice que el robot serán más barato que el costo de mano de obra humana en la mayoría de tareas que representen un esfuerzo físico o mental generando una nueva teoría de costo marginal cero (Rifkin, 2011), y así como la economía necesitará replantear sus principios para que no deje de ser una ciencia social, así el derecho y muchas áreas de nuestra vida tendrán que ir moviéndose hacia un mundo electrónico conocido como digital por la dicotomía imperante en la electrónica de variables discretas.
Costa Rica digital es una magna labor impulsada por un grupo interdisciplinario que mediante el apoyo del MICITT está abriendo camino en esta nueva evolución humana, llamada 4.0, 4G, entre otros nombres, donde el nombre es lo de menos si no logramos comprender a qué nos enfrentamos. Contrario a la idea de que se perderán miles de trabajos de forma permanente, es necesario entender que este fenómeno solamente afectará en mayor medida a quienes se “quedan en la máquina de escribir” puesto que dicha evolución del trabajo ya nos está pisando los talones. La disminución de los costos de producción no debe representar una disminución en el precio final, puesto que esto implicaría despidos, sino que los CEO deben entender que ese dinero de ahorro lo deben de invertir ahora en puestos de investigación y desarrollo, donde el que antes acomodaba las cajas en una bodega ahora podrá analizar cuál es el mejor acomodo de la bodega, puesto que deberán contar con nuevas herramientas tecnológicas para que estas personas ahora puede analizar mediante una computadora los mejores patrones de acomodo valiéndose de algoritmos computacionales hechos por los científicos de datos de la compañía, que dicho sea de paso antes también tenían otros puestos, que gracias a los programas de capacitación interna ahora tienen una mejor calidad de vida, mayor conocimiento y destrezas tecnológicas y así el que antes era gerente funcional y solamente se dedicaba a resolver problemas financieros u operativos, ahora se encarga de optimizar las cargas de trabajo operativo e investigaciones entre los empleados para lograr un equilibrio entre la producción y el desarrollo, y es que bajo un esquema distribuido las “fuerzas” del mercado deberán seguir actuando para excluir aquellos productos o servicios sobrevalorados y aumentar el precio de aquellos subvalorados, entendiendo el valor no como dato económico puro sino como resultado de una evaluación social, siendo las empresas parte de un encadenamiento productivo disruptivo, donde la academia y la empresa deben hacer las paces y unir esfuerzos para sacar esta tarea adelante.
Como ejemplo nos podemos devolver en el tiempo al inicio de la construcción de las líneas de ferrocarril, cuando se ocuparon muchos obreros, pero las empresas al no ser responsables con estos trabajadores no se preocuparon de formarlos luego como maquinistas, ingenieros civiles, ingenieros mecánicos u otra posiciones que se iban a necesitar luego, y si no nos cuidamos, podríamos estar cometiendo el mismo error. Las carreras STEM serán necesarias al inicio, pues son los obreros del siglo XXI, donde los centros de servicio son las nuevas maquilas, pero luego se necesitarán más filósofos, más antropologos, sociologos, músicos, etcétera, porque esos serán los encargados de enseñarle a las nuevas máquinas los caminos a seguir para incorporar nuestra cultura humana dentro de las nuevas tecnologías, basándose en la ética, la moral y la historia para no perder el hilo de lo que nos trajo hasta aquí, pues de lo contrario una sociedad tecnificada al cien por ciento será una sociedad vacía, triste y autodestructiva.
Finalmente y continuando con la línea de lo expuesto por el Sr. Ricardo Monge González Arias, director de la Fundación CAATEC durante el primer foro de Costa Rica digital el 27 de marzo del 2019, la inversión en Investigación y Desarrollo a través de capital semilla, es una estrategia ganadora en una economía distribuida donde también el Sr. Adrián Salazar Solís, Ministro del MICITT enfatizó que es una tarea de todos y por lo tanto el apoyo debe ser entendido como requisito para el éxito.
Conclusiones.
- La teoría de coste marginal debe ser más estudiada y desarrollada por la academia para poderla incorporarla dentro de las nuevas decisiones macroeconómicas y microeconómicas de la república y el sector industrial.
- La responsabilidad social corporativa no debe quedarse en la mejora simbólica hacia afuera, debe incentivarse el crecimiento de la masa trabajadora incorporando a los sectores más vulnerables a través de la educación dual sin que esto arriesgue los puestos de trabajo actuales o sus salarios
- No existirá una Costa Rica Digital sin una alfabetización digital 4.0 e inversión en capital semilla para I+D.
Documento original creado para la página web de CRDigital por Jeffry Gondres Dannenberger el 30 de Marzo del 2019, San José, Costa Rica.